Mi primer poemario infantil cuenta la historia de un pingüino muy presumido que para ponerse moreno coloca una lámpara de rayos UVA en el Polo Sur, cuando el hielo empieza a derretirse debe marcharse y se convierte en un exiliado ambiental. Lo escribí hace diez años para mi sobrino Akira, pero lo edita ahora La Bella Varsovia, dentro de su nueva colección dedicada a la poesía para niños y en la que también se han publicado La rosa y el rosa, de Ana Rosetti, Floricela, de Amelia Bautista, y una breve antología de autora de la Edad de Plata a cargo de Fran Garcerá, Ovejitas negras.
La ilustradora de El pingüino Pepito es Carmen Soler, que actualmente estudia la facultad de Bellas Artes de la Universidad Complutense. Durante varios años ha completado su formación en la Escuela Superior de Dibujo Profesional (ESDIP), y en concreto en la especialidad de ilustración infantil. No he podido tener mejor compañera de viaje. En El pingüino Pepito, que es su primer libro, ya muestra gran variedad de recursos visuales y narrativos que sirven para facilitar la lectura de estos versos. ¡Gracias Carmen!